La cultura otomí está representada en el municipio de Alfajayucan perteneciente al valle del mezquital, en sus celebraciones, de las más importantes son las que se realizan previo y durante el carnaval; aquí las personas reúnen sus tradiciones, lenguaje, vestimenta, gastronomía, cosmovisión y saberes en un espectáculo colorido y con arraigo a la tierra. Los otomíes dan vida a la tradición que por años se realiza con acciones como el juego de banderas, la presentación de imágenes religiosas, convivios en las diferentes comunidades, la guerra florida también conocida como naranjazos y la bajada de los xithás que significa viejos en otomí. Ellos como comunidad anfitriona hacen la invitación general a lo que será su carnaval. Los xithás llevan trajes elaborados con plantas representativas de su comunidad como maguey, maíz, chile de árbol, palma y heno. El objetivo de estas actividades es la búsqueda del equilibrio para asegurar un buen ciclo agrícola, por lo que hay peticiones al dios de la lluvia, así como penitencias que deben ser cumplidas por las personas de la comunidad; también, se establece una organización social que permite que todos sean alimentados con las cosechas del ciclo anterior. Esta celebración mantiene unido a Alfajayucan.